Mariana comparte sus impresiones sobre el concepto de currículo y sobre cómo emergen en la comunidad de práctica
Mariana Mejia Torres
5/23/20252 min read


El currículo oficial se refleja en el proyecto a través de la integración explícita de temas ambientales y de salud en el programa educativo. La institución ha tomado una decisión pedagógica para incluir la gestión sostenible de los recursos naturales, como el reciclaje, la separación de residuos y la alimentación saludable, como parte de los objetivos de aprendizaje de los estudiantes. La implementación de la Paca Digestora Silva y la promoción de cambios en las dietas de los estudiantes son medidas concretas que se alinean con los objetivos curriculares de educación ambiental. Además, la colaboración interdisciplinaria entre docentes, estudiantes y la comunidad local demuestra un enfoque holístico y de aprendizaje activo, que está bien fundamentado dentro de un currículo que valora el trabajo en equipo y la formación integral de los estudiantes, desde el punto de vista académico, práctico y ético.
El proyecto integra varias ideologías clave que favorecen un cambio real y sostenible en la comunidad. La eficiencia social se destaca al buscar transformar los hábitos de consumo, reciclaje y alimentación de manera práctica y efectiva, involucrando activamente a estudiantes, docentes y familias. La ideología académica-erudita se manifiesta en el enfoque educativo basado en la transmisión de conocimientos técnicos sobre sostenibilidad, que se enseñan teóricamente y por medio de actividades prácticas. Por otro lado, el enfoque de reconstrucción social fomenta la construcción de una conciencia colectiva sobre el cuidado ambiental, sin embargo, esta ideología podría ser más explícita si se integraran de manera más profunda los temas de justicia ambiental y la igualdad de acceso a recursos naturales y educativos. Finalmente, la ideología centrada en el estudiante promueve la participación activa de los estudiantes, quienes al mismo tiempo que aprenden, también educan a sus compañeros y replican lo aprendido en sus hogares, desarrollando un aprendizaje significativo y práctico.
En conclusión, este proyecto ambiental escolar se caracteriza por ser una iniciativa educativa integral que busca enseñar sobre el cuidado ambiental y transformar activamente los hábitos de los estudiantes y la comunidad en general. La eficiencia social es el motor detrás del proyecto, con un énfasis en la acción concreta y práctica para lograr un cambio real. A través de una participación activa, estudiantes, docentes y familias trabajan juntos para implementar prácticas sostenibles y saludables que beneficien tanto a la comunidad educativa como al entorno local. No obstante, aunque el proyecto refleja una ideología centrada en el estudiante y promueve una reconstrucción social en términos de ciudadanía ambiental, podría beneficiarse de una mayor reflexión crítica sobre las estructuras socio-políticas más amplias que afectan al medio ambiente y a la equidad en el acceso a recursos.